Lo primero que debemos hacer la hora de pasearnos por las estrellas es orientarnos. Si usamos una carta del cielo, debemos saber dónde están el norte y el sur.
Da la impresión de que las estrellas están fijas, inmóviles en el cielo de la noche. Pero sólo con observarlas un par de horas nos damos cuenta de que no es así.
Para definir ubicaciones, en la Tierra empleamos la longitud y la latitud. Asimismo, dividimos los continentes en países. En astronomía hacemos algo parecido y también se divide el cielo en regiones, como si fueran países: son las constelaciones.
El cielo nocturno parece que tiene millones de estrellas visibles. Eso es porque vivimos en una galaxia que tiene cientos de millones de estrellas. Sin embargo, no podemos verlas a simple vista. Resulta que los cielos de la Tierra tienen, como mucho, alrededor de diez mil estrellas que se pueden ver a simple vista.