Eclipse solar

Eclipse solar o eclipse de Sol

El eclipse de Sol es un fenómeno espectacular natural que se produce cuando la Luna pasa entre la Tierra y el Sol, por lo que el Sol se oscurece parcial o totalmente. Para que tenga lugar un eclipse es necesario que los centros de el Sol, la Luna y la Tierra estén completamente alineados y que la Luna se encuentre en fase nueva. No siempre que hay alineación y la Luna está nueva hay eclipse, ya que el plano de traslación de la Luna en su órbita alrededor de la Tierra está inclinado unos 5º (5º08’13” exactamente) respecto a la eclíptica. El eclipse tendrá lugar cuando el Sol se halle entre los 18º31′ y los 15º21′ de uno de los nodos de la órbita de la Luna.

Si el plano de la órbita de la Luna estuviese alineado con el plano de la órbita de la Tierra, o sea, con el plano de la eclíptica, cada mes tendrían lugar dos eclipses de Sol con unos quince días de diferencia: un eclipse de Sol durante la Luna nueva y un eclipse de Luna durante la Luna llena. Pero la órbita lunar pasa la mayor parte de las veces por encima o por debajo de la sombra de la Tierra, por lo que no hay eclipse.

Desde que la Luna se formó hace unos 4.500 millones de años, se ha ido alejando gradualmente de la Tierra 4 centímetros por año. Ahora mismo está a la distancia perfecta para aparecer en nuestro cielo exactamente del mismo tamaño que el Sol y por lo tanto, taparlo. ¿Por qué sucede esto? El diámetro del Sol es de 1,39 millones de kilómetros y el diámetro de la Luna es de 3.500 kilómetros, lo que quiere decir que el diámetro del Sol es 400 veces mayor que el de la Luna. Pero como la Luna está unas 400 veces más cerca de la Tierra que el Sol, cuando los centros de la Tierra, la Luna y el Sol se alinean, la Luna tapa al Sol. Esto significa también que la Luna y el Sol tienen el mismo tamaño aparente.

Tipos de eclipses

Si la Luna está completamente alineada con la Tierra y el Sol, tapará al Sol completamente y se producirá un eclipse total de Sol. En este caso, la Luna proyectará un sombra que irá viajando por la superficie de la Tierra en dirección este a unos 3200 km/h, por lo que todos los que vivan en la zona de la Tierra ensombrecida por la Luna, tendrán la oportunidad de observar un eclipse total de Sol. Esta zona que está dentro del cono de sombra de la Luna se llama umbra y tiene un diámetro máximo de 270 km sobre la superficie de la Tierra. Fuera de esta zona, el eclipse se verá como parcial.

En el caso de que la Luna no esté completamente alineada con la Tierra y el Sol, por no estar sobre la eclíptica, pero sí bastante cerca, la Luna no cubrirá por completo el disco solar y presenciaremos un eclipse parcial. En el eclipse parcial, el Sol queda parcialmente oculto por la Luna.

El eclipse será anular en el caso de que en el momento del eclipse, la Luna se encuentre más alejada de la Tierra (apogeo) y por lo tanto, su tamaño aparente sea más pequeño con respecto al Sol, por lo que su disco no cubrirá por completo el disco solar. En la zona de anularidad será visible un anillo del disco solar, pero fuera de ella se verá el eclipse como parcial.

Cuando la distancia de la Luna está cerca de su límite para que la umbra llegue a la Tierra tiene lugar un eclipse híbrido. La mayoría de las veces comienza como un eclipse anular porque la punta de la umbra queda justo antes de hacer contacto con la Tierra, pero luego se vuelve total porque la redondez de nuestro planeta se eleva e intercepta la punta de la sombra cerca de la mitad del camino, y finalmente vuelve a ser anular hacia el final del eclipse.

El tipo de eclipse que tendrá lugar (anular, total, parcial o híbrido) va a depender de la distancia de la Luna a su perigeo (el punto en el que la Luna se encuentra más cerca de la Tierra).

En un año hay dos períodos o estaciones de eclipses, es decir, que cada 6 meses el Sol atraviesa la zona en la que los eclipses son posibles y es eclipsado al menos una vez. Y quince días antes, o después, tendrá lugar un eclipse de Luna. De todos los eclipses solares, un 28% son totales, el 35% son parciales, el 32% son anulares y solo el 5% son híbridos.

Como la Luna pasa dos veces por los nodos de su órbita (punto en el que la órbita lunar se corta con la eclíptica) suceden dos eclipses cómo mínimo, aunque pueden tener lugar cuatro e incluso cinco eclipses. Para que haya cinco eclipses, el primero debe tener lugar poco después de comenzar el año. El segundo en el siguiente novilunio y antes de llegar a la mitad del año, deben haber sucedido también el tercero y cuarto. Así, el quinto sucederá cuando hayan transcurrido 345 días del primero, que es el equivalente a un año sinódico.

Resumiendo: durante un año suceden dos eclipses como mínimo, obligatoriamente de Sol, y siete como máximo, que serán cinco de Sol y dos de Luna, o bien cuatro de Sol y tres de Luna o dos de Sol y cinco de Luna.

Se sabe que cada 223 lunas, es decir, cada 6585,32 días o lo que es igual, 18 años, 11 días y 8 horas, la Luna y la Tierra se vuelven a encontrar en el mismo lugar de sus órbitas, y los eclipses se repiten, por lo que se pueden predecir. Los griegos fueron los primeros en darse cuenta de ello y lo llamaron ciclo Saros. Cada Saros tiene 84 eclipses, 42 eclipses de Sol (14 parciales y 28 centrales entre totales, anulares y mixtos) y 42 eclipses de Luna (14 penumbrales, 14 totales y 14 parciales).

Cada 200 o 300 años tiene lugar un eclipse de Sol en el mismo lugar de la Tierra.

Referencias históricas de los eclipses

Probablemente el eclipse de Sol más antiguo del que se tiene constancia fue el 24 de octubre de 2137 a.C. en China. También el 30 de octubre de 1207 a.C. tuvo lugar un eclipse solar que se menciona en la Biblia. Hay documentados eclipses en China en el 709 a.C. y en Babilonia en 332 a.C.

Fueron los griegos los primeros que aprendieron a predecir eclipses y descubrieron el período Saros. La primera vez que se utilizó esta palabra griega fue Eusebio de Cesarea en su libro Crónica, aunque seguramente su descubridor fue el astrónomo Beroso.

El 20 de abril de 2023 tendrá lugar un raro eclipse solar híbrido. Este tipo de eclipse es una combinación de un eclipse anular y en eclipse total. Durante el evento “un anillo de fuego” será visible durante unos segundos en los océanos Índico y Pacífico, el sureste asiático y Australia.

El próximo eclipse anular de Sol cruzará América del Norte, Central y del Sur el 14 de octubre de 2023.

El 8 de abril de 2024 tendrá lugar un eclipse total de Sol y ya se le conoce como “el gran eclipse solar de América del Norte” ya que será visible en América del Norte y Central.

Cómo observar un eclipse de Sol

Es muy importante no mirar al Sol directamente, ya que produce daños permanentes en la retina e incluso ceguera. Por ello, para observar un eclipse de Sol deben utilizarse protecciones especiales, tales como:

  • Utilizar filtros solares o gafas especiales que estén garantizadas. Los cristales de soldadura del número 14 pueden proteger la vista durante unos segundos. Pueden adquirirse en ferreterías. NUNCA UTILIZAR GAFAS NI FILTROS CASEROS.
  • Si no disponemos de filtros ni gafas especiales garantizadas, se puede utilizar el método de observación indirecta, que consiste en:
  • En un cartón se perfora un agujero con ayuda de un alfiler. La luz solar debe pasar a través de este agujero y proyectarse sobre una superficie lisa.

    Otra forma de observación indirecta puede hacerse con unos binoculares o prismáticos. Se tapa una de las lentes y se permite que la luz pase a través de la lente que hemos dejado abierta y se proyecte sobre un papel o superficie lisa.

    El mismo sistema que con prismáticos puede hacerse con telescopio, utilizando oculares de menor aumento que darán imágenes más grandes y generarán menos calor en el telescopio. Se deja pasar la luz del eclipse por el tubo y se proyecta sobre un papel o una superficie lisa. Con este sistema se pueden observar detalles de la superficie solar sobre el papel.

Por lo tanto, recordemos que:

  • NO DEBE MIRARSE DIRECTAMENTE AL SOL, NI A TRAVÉS DE GAFAS, NI PELÍCULAS VELADAS, RADIOGRAFÍAS O CRISTALES QUE SE HAYAN AHUMADO DE FORMA CASERA, COMO POR EJEMPLO, CON UNA VELA.
  • NO DEBE MIRARSE DIRECTAMENTE AL SOL A TRAVÉS DE LENTES, OCULARES, LUPAS, BINOCULARES, PRISMÁTICOS, GEMELOS, TELESCOPIOS NI CUALQUIER OTRO INSTRUMENTO DE OBSERVACIÓN.
  • NO DEBE MIRARSE DIRECTAMENTE EL SOL A TRAVÉS DE CÁMARAS FOTOGRÁFICAS, NI DE TELÉFONOS MÓVILES, TABLETS O DE ORDENADORES PORTÁTILES O LAPTOPS, NI DE CÁMARAS DE VÍDEO O CUALQUIER OTRO APARATO ELECTRÓNICO.

Existen unos filtros especiales para observar el Sol que deben ser acoplados a los telescopios u otros instrumentos de observación para garantizar una observación segura del Sol. Estos filtros son de tipo Mylar.

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