Guillaume Le Gentil

Guillaume Le Gentil o la mala suerte

Guillaume Joseph Hyacinthe Jean-Baptiste Le Gentil de la Galaisière nació en Coutances (Francia) el 12 de septiembre de 1725 en el seno de una adinerada familia. En un principio pensó ingresar en una orden religiosa, pero ya que no debía preocuparse por cómo se ganaría la vida, decidió que estudiaría astronomía.

Guillaume Le Gentil

Pronto descubrió varios objetos interesantes que en la actualidad son conocidos como M32 (la galaxia satélite de Andrómeda), M36 y M38 (dos cúmulos abiertos de la constelación de Auriga) y M8 (la nebulosa Laguna, en Sagitario), siendo el primero en catalogar este último objeto, por lo cual también se le llama a veces Le Gentil 3.

Aunque es realmente mucho más conocido por su poca fortuna en la expedición científica a la India en la que pretendía observar el tránsito de Venus de 1761. Sobre ello escribió casi 20 años después en “Viaje a los mares de la India, realizado por orden del Rey, con ocasión del tránsito de Venus, sobre el disco solar, el 6 de junio de 1761 y el 3 del mismo mes de 1769”.

El tránsito del planeta Venus sobre el disco solar es poco frecuente, aunque regular. El patrón sería el siguiente:

Tránsito – 105,5 años – Tránsito – 8 años – Tránsito – 121,5 años – Tránsito – 8 años… y vuelta a empezar.

La medición desde varios puntos del planeta permite medir con alta precisión la distancia Tierra-Sol, algo que aún no se conocía en aquellos tiempos. Se comenzó a preparar una expedición internacional para observar el tránsito desde diferentes puntos de la Tierra. Toda la comunidad científica de la época preparó expediciones para observar el tránsito de Venus y conseguir averiguar la distancia anhelada. Gran Bretaña envió dos expediciones, una a la isla de Santa Elena y otra a Sumatra. Francia envió nada menos que cuatro expediciones, con un total de 32 personas. Francia observó el tránsito desde Siberia, Viena, Islas Mauricio y la India. A ésta su unió Le Gentil.

La Nebulosa de Orión dibujada por Le Gentil

Le Gentil decidió que se desplazaría al lugar más idóneo para observar el tránsito e intentaría obtener la distancia exacta de la Tierra al Sol. Este lugar era Pondicherry, en la India. Por lo que el 26 marzo de 1760, con 15 meses de antelación al tránsito, Le Gentil zarpa desde Lorient, Francia, a bordo del Berryer. Hubo de luchar contra la peste y contra ratas durante la travesía. Finalmente llega a Isla Mauricio, donde se entera con horror que Francia e Inglaterra estaban en guerra, en lo que después se llamó Guerra de los Siete años, por lo que era muy peligroso intentar desembarcar en Pondicherry. Los franceses se hallaban establecidos allí con permiso del emperador, pero al estallar la guerra, los ingleses se habían apoderado de Pondicherry y fusilarían a cualquier francés que pusiese un pie allí.

Zarpa entonces Le Gentil en la fragata La Sylphide, pero el ataque de un barco inglés primero y una tormeta monzónica después la apartó de su rumbo, por lo que el día del tránsito se encontró parado en medio del Océano Índico sin poder realizar la observación del tránsito, aunque el cielo estaba totalmente despejado, ya que el movimiento de la mar impedía realizar las observaciones con precisión.

La próxima y última oportunidad sería en 8 años, ya que si volvía a perderla, la siguiente sería más de 100 años después. Vuelve Pondicherri a manos francesas en 1763. Le Gentil decide realizar la observación desde Manila, Filipinas, que por aquel entonces pertenecía a España. Pasa el tiempo esperando el día del tránsito en las inmediaciones de India, elaborando mapas de la costa este de Madagascar y construyendo un observatorio para realizar la observación. Cuando llega a Manila no es bien recibido por las autoridades, ya que piensan que es un espía, por lo que baraja varias opciones. En un principio piensa en ir a las Islas Marianas, pero como eran también posesión española, decidió cambiar de opinión. Y menos mal, porque el barco que iba a llevarlo a Islas Marianas, naufragó. Decide ir a Pondicherry como tenía pensando en un principio, llegando allí en marzo de 1768. Esta vez nada podía salir mal, no había noticias de guerra, el clima era estupendo, los días previos pasaron con cielos limpios de nubes y él ya estaba preparado. Pero… la noche del 3 de junio de 1769 una terrible tormenta asola Pondicherry, por lo que a la mañana siguiente Le Gentil no pudo realizar la observación y la próxima ocasión sería dentro de 100 años.

Después de perder 9 años de su vida luchando contra la peste, la guerra, ataques de navíos…. se volvió loco y prendió fuego a su observatorio.

Escribió en su diario:

“Estuve más de dos semanas presa del abatimiento y casi no tenía ánimo para coger mi pluma y continuar mi diario; y varias veces cayó de mis manos cuando llegaba el momento de informar a Francia sobre el destino de mis operaciones… Este es el destino que a menudo espera a los astrónomos. Había atravesado más de diez mil leguas; parecía que había cruzado tales grandes extensiones marinas, exiliándome de mi tierra natal, sólo para ser el espectador de una nube fatal que se situaba delante del Sol en el preciso momento de mi observación para quitarme los frutos de mis esfuerzos y mis fatigas.”

Cráter lunar que lleva el nombre de Le Gentil

Vuelve a París, pero hubo primero de retrasar el viaje nueve meses por una disentería que casi le mata. Después durante el viaje hubo un tifón cuando estaban cerca de Isla Reunión y Le Gentil cayó al mar por la borda, siendo rescatado por un navío de guerra español. Frente al cabo de Buena Esperanza un huracán casi hunde el barco, rompiéndole los mástiles. Consiguen llegar al puerto de Cádiz, por lo que Le Gentil hace el resto del viaje por tierra. Vuelve a Francia en octubre de 1771 después de once años y seis meses y medio de ausencia y de peripecias donde se entera que lo habían declarado legalmente muerto tras su caída al mar por la borda. Ninguna de las cartas que había enviado a la Real Academia de las ciencias había llegado a su destino, por lo que su puesto en la Real Academia de Ciencias había sido ocupado por otra persona. También su esposa se había casado con un amigo de la juventud. Para empeorar las cosas todos sus bienes habían sido repartido entre herederos que él no conocía. Para reclamar sus bienes y su cargo hubo de iniciar un proceso judicial, con el resultado de perder sus bienes y conseguir de nuevo su cargo, teniendo que intervenir el propio Rey Luis XV.

Más tarde Le Gentil volvió a casarse con una joven que conocía desde hace mucho, Marie Michele Andre Potier y tuvieron una niña. En aquella época vivió en el Real Observatorio de París con su familia. Muere el 22 de octubre de 1792.

Un cráter lunar lleva su nombre.

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