La gravedad de la Luna atrae a la Tierra, lo que hace que crezcan los océanos y produzca las mareas. La fuerza de la marea hace que la rotación de la Tierra sea más lenta y, por lo tanto, la Luna se separe de la Tierra unos 3 cm cada año.
La galaxia de Andrómeda (M31), que está a 2,9 millones de años luz. Cuando se mira a esta galaxia, se está viendo la luz que salió de ella cuando en la Tierra comenzaban las últimas glaciaciones. La galaxia espiral M33, en la constelación del Triángulo, está más lejos y es más débil, aunque alguien con una vista muy aguda quizá la vea.